lunes, 16 de marzo de 2015

MICRORRELATOS, ENSAYO Y OPINIÓN

MICRORRELATO ILUSTRADO. PASEOS A CATARATA



   Se mecía en la pomposidad de idas y venidas motivadas por la brisa, siempre con tela en sus manos y el regazo. Había sido madre de muchos y de muchos otros más lo sería; todos necesitaban algo que les mimara y protegiese. Una anciana paseaba a su lado sin prestarle atención, lloraba cataratas más grandes que las del Niágara.  La primera siempre la ayudó a mantener el silencio, pero no por buena voluntad, suerte o casualidad: era inteligente. Se instalaba en lo alto y la otra arrastraba los pies. Si descubriera lo construido la echaría con su escoba. Por eso la araña nunca le prestó uno de sus ojos.  

CARLOS RODRÍGUEZ.-       

DEDICADO A LAS VALIENTES PERSONAS MAYORES QUE VIVEN SOLAS. 





EL RÍO ALBARREGAS


   Las chispas no paran de derribarse sobre la ciudad; de embaucar a perros rabiosos de placer por la alocada respuesta del cielo oscuro y profundo. Las hojas verdes, más que ajenas a paja seca, rebosan de carnosidad; bajo los aviones, que se vuelven salvajes en las tempestades no desvalidas de locura imprevista. Todos ellos acuden en encajada, perfecta y violenta armonía junto a los remolinos redundantes, a las agresividades constantes y a las fuerzas naturales de los rizos que hacen de los hombres unos débiles. Débiles, pobres, indefensos, enclenques, (¡indignos cuerpos de la naturaleza!), no sólo posible a la magnífica tempestad y  a su característica forma de desprender la carne, sino a la acosadora belleza de los parajes cautivos a tales magnitudes de estruendo.
   Le baña un monstruoso cielo violado, irónico por su conducta irracional de deformar a todo el que se le enfrenta; siempre a todo aquel que pretende mirarle con ojos de altivez que no dejen indiferente. Quién diría que actúa como un ente duro e implacable, que muestra respeto a la vida tan solo a su juicio merecida.
  Un poco más abajo muere constantemente ante otro más grande, pero no deja de golpearle con fuerza  para ganarse el respeto de los enclenques, con todos los desafíos que le pesan.


  Hoy ha debido sentirse (y ser) el más poderoso.


EL MODO DE ESTA LAVADORA

  Un día, dos, tres, cuatro, ocho semanas de mi lavadora con algún tornillo suelto, ¡loca! Era igual que aquella boca grande y atrevida que muerde un limón a lo bestia. Salivaba y salivaba…
   Se ve que el centrifugado no iba y la babita caía de la ropa a bocajarro al sacarla de sus profundidades. Pero bien, ¡hoy funcionó, hoy trece de marzo de dos mil quince! Y hay pruebas de ello, en mi tendedero solo quedan pinzas suspendidas, apenas estuve una horita con la ropa tendida; alguien debió de hacerle una foto y repartirla en forma de panfleto por las redes y toda Extremadura; ya todos deben ser testigos de ello. Aunque aquí parece que el loco soy yo y no mi lavadora, ¡qué poético estoy de repente…! 

    Y es que hoy ha sido el primer día de Centrifugados Encuentro De Literatura Periférica, un evento con ritmo y que en ningún momento perdió el punto de interesante. Tampoco perdió el punto de acidez (como mi limón), especialmente en algunas de las preguntas y comentarios de la última mesa redonda. Y saben, ¡genial! ¡Bravísimo ese punto de acidez! Ya en la breve exposición del Proyecto de PERDIDOS (el cual espero que tenga salida, encuentre el apoyo y la suerte que necesita) se expuso y debatió la crítica al inoportunismo de muchos artistas ante la imposibilidad de expresarse por una clara falta de apoyo; llámese institucional, que un artista famoso ayude aunque solo poniendo su cara,…o lo que sea) sin sujetarse o verse suspendida en una cuerda que se denomine "de masas", y/o a veces como "motivación extrínseca" (el éxito de las obras). Y es que las creaciones, como en esa familia de autores observo, crece la intrínseca y necesita del lector crítico constructivo para que los primeros consoliden sus propias convicciones; así como se renueve y desarrolla su concepción sobre la misma. Esto lo sabemos aquellos que hemos vivido de alguna forma un tiempo en el espectáculo, donde el espectador transmite la percepción de la información recibida y se lo hace llegar al artista. Y esto es bueno y bello, porque lo enriquece y permite que pueda darse algún que otro giro.


   Me quedo con un debate en principio ajeno a este encuentro. Fue un diálogo reciente entre unos intérpretes y el director de su grupo de danza, en el que se señalaron las diferencias entre la competitividad y la competencia en relación a un tema distinto, pero completamente transferible: he aquí la muestra de reivindicación de la competencia de los escritores, dibujantes, etc., es decir, aquellos bajo un ESTADO de capacidad de realizar proyectos interesantes; frente a la competitividad, una ACTITUD ante el porvenir necesaria para alcanzar niveles de competencia pero, en muchos casos inherente a la motivación intrínseca del fenómeno de masas donde el hombre se come al hombre (se alimenta y crece a través del éxito y de la fama) y no permite necesariamente la excelencia de la obra en sí misma, si no la predominancia y el absolutismo frente a las demás.
  

2 comentarios:

  1. https://www.youtube.COM/watch?v=zrX8Rl5ak7Y

    Incluso pasando por alto la originalidad del relato y el punto de vista en el que se enfoca, el tono desenfadado y a la vez poético, o el viaje a un relato mayor que el microcuento ofrece (hecho que HACE valer un microrrelato), lo que acaba cautivando es esa doble lectura que se aprecia en el conjunto. "Se instalaba en lo alto y la otra arrastraba los pies"...chapeau

    PD: un día de estos le propongo a mi madre que te saque un recopilatorio en forma de libro, crack ;)

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  2. Una crítica muy reconfortante, pues subraya la intención del escritor de forma muy clara y constructiva. ¡Muchas gracias, Pablo!

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