Aguardiente
Óyeme querida,
nunca habrás de quererme
pues mi excitación me avisa
y la tuya también (que es consciente)
que, con tu permiso, mi vida
calmaré la herida
hasta que de amar reviente,
o de nuevo con almas derroche
ahogue en su ausencia de risa
gargante llena de alcohol caliente...
Pálido corazón del cielo
huye alegre en la mañana fresca
de color-alma-vida sonriente
pues has negociado en la noche
permanecer despierta
permanecer despierta
sin la cegadora luz del poniente.
Sin su odiado,el frío y pálido
tumbado en la cama,
sin enojo al aguardiente
(pues ahogaba en su ausencia de risa
de alcoholes con almas derroche).
Sí, a su despecho en la noche
pero no a su razón serena,
lo mismo por lo que su corazón desvela
lo mismo por lo que su corazón desvela
a la rosa por lo que delira en vela.
No hay extraña campaña que buscar en la caza,
no es su mirada, pues no hay más que vergüenza
¡sabía que ella es su amada!
su olor, su andar y sus trenzas.
Gusibalú.-
Gusibalú.-